HOY HE VISTO UN ÁNGEL LLORAR
Y sus lágrimas de cristal,
que en mis manos
iban cayendo
eran como destellos de plata
que al caer iban muriendo,
entre suspiros y lágrimas
de una pena muy ingrata.
Eran rumores silenciados,
susurros de leve brisa,
aleteo de mariposas,
de pájaros encantados,
de canciones silenciosas.
Las tímidas sonrisas
de un ángel enamorado.
No advirtió mi presencia,
ni yo quise que la notara,
solo le contemplaba.
Y aquella hermosa criatura,
afligida y apenada
que de amores estaba sufriendo,
despertó compasión en mi
por la pena que estaba viendo.
Alargué indeciso mi mano.
para darle consuelo.
con esfuerzo sobrehumano,
antes que levantara el vuelo.
Alzó su bella y rubia cabeza,
mostrando el encanto de su faz,
y sin poderlo evitar,
y ante mi actitud amistosa,
estrechó de forma gozosa
entre las mías, sus manos,
y aquel ser, celestial,
me expresó con tal hacer,
que un ángel puede llorar
por un maldito querer,
como lloran los humanos.